La Vida a Bordo de un Barco Crucero
Condiciones de vida y trabajo, experiencias, requisitos, particularidades y posibilidades para las personas trabajando a bordo de un barco crucero.
Condiciones de vida y trabajo, experiencias, requisitos, particularidades y posibilidades para las personas trabajando a bordo de un barco crucero.
La vida en un barco de crucero es una experiencia realmente inolvidable y única, difícilmente comparable a un trabajo en tierra. Pocos trabajos ofrecen la posibilidad de viajar y conocer amplias zonas del mundo, contemplar paisajes exóticos y conocer a tantas personas y de tan dispar procedencia. Todo ello puede convertir al protagonista de tal experiencia en una persona de conocimiento y conciencia mundial y con una amplitud de miras hacia problemas y realidades del mundo, imposible en una persona de tierra.
Lo cierto es que la única manera de saber si algo te gusta es probarlo. No obstante, para evitar posibles dudas e incertidumbres, expondremos los aspectos esenciales de la vida en un crucero.
En primer lugar, el vivir y trabajar a bordo de un barco crucero presentan una serie de particularidades que han de ser tenidas muy en cuenta por cualquier persona interesada en este sector laboral.
Estos camarotes, que suelen ser de reducido tamaño, se encuentran distribuidos en cubiertas bajo las áreas destinadas a los pasajeros y, algunos de ellos, bajo la línea de flotación, lo cual puede llegar a ser algo molesto, debido a la vibración y al murmullo de la sala de máquinas y del ruido del agua. En los barcos de mayor tamaño, la zona de camarotes se divide, a su vez, por departamentos y, a veces, en función de la nacionalidad de sus ocupantes.
En algunos barcos, podréis disfrutar de un camarote con baño; pero en otros deberéis contentaros con un baño común, compartido por varios miembros de la tripulación. Las camas suelen ser literas siendo las sábanas, mantas y almohada proporcionadas por la empresa naviera.
La tripulación es responsable del cuidado, limpieza y adecuado mantenimiento de los camarotes y están obligados, también, a mantener el orden debido. Las autoridades de a bordo suelen inspeccionar los camarotes periódicamente para comprobar el respeto a las normas.
La limitación de privacidad es la tónica dominante. Aunque hay puestos que dan derecho a un camarote particular, los nuevos empleados que entrar en posiciones de ingreso deben compartir el camarote con un compañero. Aunque éste puede resultar para algunos el mayor inconveniente de los barcos crucero, lo cierto es que, si no os importa tener un compañero de camarote, no hay ningún problema en absoluto.
Un asunto importante es el de las relaciones entre los compañeros de camarote. Los lugares pequeños aumentan las posibles diferencias personales. El exitoso funcionamiento de todo el barco depende de una coordinación entre los distintos miembros de la tripulación. Las posibles diferencias individuales hacen que sea preciso un cambio en los estilos de vida y un espíritu de equipo. Cuestiones como el orden y la limpieza, la condición o no de fumador, los hábitos nocturnos, etc., deben ser arreglados amigablemente. Sólo en caso de que ello fracase ha de acudirse al encargado o supervisor. Los enfrentamientos y rencillas han de evitarse en lo posible.
Por lo demás, no invertiréis mayor tiempo en el camarote más que el necesario para dormir. Y, finalmente, tras cierto tiempo de trabajo, podríais ser ascendidos y conseguir un camarote particular.
El personal es de muy variada procedencia, lo cual hace necesario cierto nivel de inglés.
Depende del crucero donde os encontréis. Si se trata de uno pequeño, los miembros de la tripulación comen la misma comida que los pasajeros; pero, si se trata de un buque de gran tamaño, disponen de su propia cantina y servicio de comidas.
Toda la comida y bebida es gratuita.
Salvo los que hagáis al salir del barco, los gastos normales de manutención son gratuitos.
No se toleran en absoluto y su tenencia determina la inmediata expulsión del barco y la puesta a disposición del poseedor a las autoridades policiales de tierra. Además, se suelen llevar a cabo frecuentes pruebas para detectar el uso de cualquier sustancia prohibida.
Durante el tiempo libre, los miembros del personal pueden dedicarse a actividades fuera del barco, si éste se encuentra en puerto.
Hay que considerar que los pasajeros esperan vivir una experiencia única y placentera mientras permanezcan en el barco. Por esta razón, los miembros de la tripulación deben mantener una actitud sonriente y positiva hacia ellos.
Los miembros de la tripulación deben asistir a adiestramientos y entrenamientos de salvamento y seguridad a bordo. Ello se realiza semanalmente.
En un crucero, la gratuidad es la tónica dominante. Pero, hay ciertos aspectos que pueden ser complicados o diferentes a su modo en tierra, además de más caros.
Así, las comunicaciones pueden resultar caras, salvo el correo convencional, de salida como de entrada. Los demás sistemas, como pueden ser la telefonía, los faxes o el télex, son caros y complejos, debido a la naturaleza del barco.
El correo electrónico no siempre está disponible en todos los cruceros.
El dinero se suele recibir cada 15 días y puede disponerse de él de las siguientes maneras:
En cualquier caso, se trata de una cuestión personal.
La buena marcha de un crucero exige una coordinación entre los miembros de la tripulación. Todos deben conocerse y cooperar en la solución de problemas personales. Ello recae sobre todos los miembros de la tripulación, porque, el cuidado del ambiente humano es tan importante como el mantenimiento del barco. La camaradería y el espíritu de equipo deben ser prioritarios para todos en el barco.
Antes de embarcar como tripulante en un crucero, hay una serie de requisitos y necesidades económicas a tener en cuenta.
Depende de la empresa y del lugar del que proceda el empleado.
En caso de que la persona en concreto trabaje en un barco que opera en la zona norteamericana o canadiense, es necesaria la tarjeta Visa (excepto para ciudadanos americanos y canadienses), que puede ser obtenida en cualquier consulado americano. Es recomendable hacer el trámite después de que la compañía haya enviado el contrato.
En relación con cualquier otro lugar en el mundo, dependerá del sistema legal local.
Todos deberán acceder con sus pasaportes correspondientes y es recomendable que lleven un certificado de nacimiento para resolver posibles problemas de tramitación de documentos.
La mayoría de las líneas de cruceros tiene su lugar de embarque en Europa o EE.UU. Dependiendo de la compañía y del contrato, puede que se le pague el billete de ida y vuelta al empleado, aunque lo normal es que esto no sea así y sean de responsabilidad vuestra.
Normalmente, se pide un depósito de viaje (de entre 400 a 500 dólares), reembolsable al finalizar el contrato. El depósito no se devolverá en caso de cese prematuro o despido, en cuyo caso se usará para pagar el billete de vuelta. En cualquier caso, no todas las compañías requieren este depósito.
La estructura de un barco ha de estar presidida por un orden y disciplina absolutos si se quiere conseguir la seguridad, imprescindible en este tipo de empresas, y el confort adecuados. Así, debemos distinguir varios niveles de jerarquía y competencia dentro de los cruceros, que deben ser respetados escrupulosamente:
Se compone de un escalafón presidido por el capitán del barco, máxima autoridad del mismo y al que todos, incluso el pasaje, deben obediencia.
Del grado y jerarquía entre todos ellos se informa a los nuevos empleados en su período de entrenamiento.
Son los encargados de labores muy diversas en los departamentos de ingeniería, cubierta y comida y bebidas. Esta categoría de empleados no puede acudir a las zonas públicas del barco cuando se encuentra en horas de trabajo.
Esta categoría incluye a algunos miembros de la tripulación y está al cargo de muy diversas tareas y servicios, como son el casino, programas de entretenimiento, tiendas, gimnasios y salas de relax, etc.
Se trata de un cuerpo administrativo que está autorizado a utilizar las zonas públicas del barco e, incluso, a socializar con los pasajeros, lo que, en algunos casos, forma parte de su trabajo.
La estructura de un barco ha de estar presidida por un orden y disciplina absolutos si se quiere conseguir la seguridad, imprescindible en este tipo de empresas, y el confort adecuados. Así, debemos distinguir varios niveles de jerarquía y competencia dentro de los cruceros, que deben ser respetados escrupulosamente:
Se compone de un escalafón presidido por el capitán del barco, máxima autoridad del mismo y al que todos, incluso el pasaje, deben obediencia.
Del grado y jerarquía entre todos ellos se informa a los nuevos empleados en su período de entrenamiento.
Son los encargados de labores muy diversas en los departamentos de ingeniería, cubierta y comida y bebidas. Esta categoría de empleados no puede acudir a las zonas públicas del barco cuando se encuentra en horas de trabajo.
Esta categoría incluye a algunos miembros de la tripulación y está al cargo de muy diversas tareas y servicios, como son el casino, programas de entretenimiento, tiendas, gimnasios y salas de relax, etc.
Se trata de un cuerpo administrativo que está autorizado a utilizar las zonas públicas del barco e, incluso, a socializar con los pasajeros, lo que, en algunos casos, forma parte de su trabajo.
Trabajar a bordo de un barco crucero ofrece una serie de ventajas e inconvenientes que deben ser tenidos en cuenta y valorados antes de decidirse a buscar trabajo en este sector.
Sin comentar otras posibles circunstancias que pudieran surgir en cada caso y persona.
Sin comentar otras posibles circunstancias que pudieran surgir en cada caso y persona.
Si te interesa trabajar en barcos de crucero y estás buscando el momento para acceder al sector, no dejes pasar la oportunidad de solicitar un puesto a bordo en 2024.
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El clúster marítimo ofrece una considerable bolsa de trabajo a trabajadores y profesionales en desempleo o en busca de un cambio de ocupación.
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